viernes, 9 de enero de 2009

Pecado Capital


Tuve la buena suerte de poder viajar cuanto pude, cuanto quise este año. Cerré el año con el viaje soñado: Egipto.

El viaje me sorprendió en muchos sentidos. Antes de viajar, decidí comprar un libro, muy poco culto de mi parte: Egipto para Dammies, para regar un poco mi pobre campo de conocimiento cultural occidental. Y era de esperar que lo termine leyendo durante los 4 horas de espera en el aeropuerto, un poco tarde para mi gusto.

Llegue a Egipto un poco desnuda, sin haber entendido demasiado lo que había leído (Y si, a mi solo se me ocurre leerlo en Francés). Y vine con la idea de cumplir un sueño, pero me encontré con la realidad. Una realidad cruda, sin ningún aditivo, tan natural que parece ficticio. Demasiada para alguien que vivió casi toda la vida en una burbuja.

Es increíble culturalmente, sin ninguna duda. Pero como país es una pena. Cairo deja mucho que desear como la imagen de un país con tanta riqueza cultural e histórica. Me da la sensación que el turismo termino siendo el centro del universo para los Egipcios, y que todo todo esta a servicio de el. Se dejo de lado el desarrollo de la ciudad, se dejo de lado las obras públicas e infraestructuras, se dejo de lado un montón de cosas para concentrarse solamente al servicio de los otros.

Entonces, el turista termina siendo la riqueza en persona. Tratan como pueden de sacarle todo lo posible al turista. Hasta el último centavo de su bolsillo. Propinas, gastos escondidos, letras chicas, precios diferentes…. Todo para sacarle el jugo al máximo en la primera y muchas veces única visita al país.

Cairo me decepcion como capital, dista mucho de lo que habia imaginado. Ojala algun dia pueda re-visitarlo, y sustituir el nuevo Cairo por esa imagen de avaricia, pereza, ira y soberbia.


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